Ernesto Jodos Sexteto
Jam Sessions con Gillespi
Históricamente, San Telmo ha sido un barrio tanguero. Cafetines, bodegones derruidos, bohemia decadente y poesía callejera. Hoy, lavada de cara mediante, se ha transformado en el museo de la fachada reciclada. Aunque, hay que admitir, no deja de percibirse esa mística con gustito musical que ronda por sus calles.
La Trastienda, ubicada en San Telmo, se convirtió hace un tiempo en una parada obligada para el mundillo musical. En esta edición del Buenos Aires Jazz O9, albergó las jams organizadas por el músico-periodista-humorista-peludo Gillespi.
Jade, Jazz y otras músicas estuvo el lunes para un convite más que atractivo. A las 20.30, Ernesto Jodos presentó su Sexteto e introdujo lo que sería un lindo concierto en homenaje al Gato Barbieri.
El pianista y director de la carrera de Jazz del Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla, paseó por el repertorio más ideologizado de Barbieri ("Tupac Amaru", "Antonio Das Mortes"), aunque liberó los temas a libre interpretación, dejando espacio para mutaciones con sello Jodos.
El Sexteto estuvo integrado por el trompetista Sergio Wagner, los saxofonistas Natalio Sued y Carlos Lastra; el contrabajista Hernán Merlo y el baterista Luciano Ruggieri.
Poco más de una hora de show en el que se lució -especialmente- la versión del tema Hamba Khale! (que Jodos insistió con llamarla simplemente Dollar, ya que fue compuesta por Barbieri junto a Dollar Brand).
Gillespi en un lleno total
Cerca de la medianoche, cuando el público ya había colmado completamente La Trastienda, salió Gillespi al escenario con remera de cactus trompetista. Junto a Adrián Iaies (pianista y organizador del Buenos Aires Jazz 09) comenzaron una larga y dulce zapada. Luego se sumó la excelente cantante Roxana Amed.
Los músicos se iban turnando entre chiste y chiste de Gillespi. Álvaro Torres (piano), Alejandro Herrera (bajo), Natalio Sued (saxo), fueron pasando e intercambiando improvisaciones a las que se agregó Baltasar Comotto, guitarrista estable del Indio Solari y de Guillermo Vadalá (además de participar en habituales escenarios con el flaco Spinetta),
Un punto alto de la Jam fue la presencia del guitarrista Valentino, quien compartió escenario con Baltasar Comotto. Juntos le dieron forma a uno de los momentos más memorables de la noche.
Casi al final, fue el turno de los chilenos Contracuarteto. Un jazz estridente con velocidad y vértigo que sirvió para llevarse los aplausos de los muchos que todavía -bien entrada la madrugada- estaban en La Trastienda.
La última Jam Session del Buenos Aires Jazz estuvo a la altura de las demás y se terminó convirtiendo en el espacio donde abrevó lo más heterogéneo del público jazz.
La noche finalizaba, mientras los jóvenes espectadores se retiraban anunciando el deseo de que el año que viene se repitan las noches de improvisaciones jazzeras y humor a cargo de Gillespi.
ME GUSTA LO QUE ESTÁN HACIENDO....AVANTI!!!!!!!
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