4 de agosto de 2010

El rey mago


Con pocos abriles y una carrera digna de un guitar hero, Baltasar Comotto prefiere la humildad y el bajo perfil. Se lo puede ver ante 80 mil descamisados en el Estadio Único de la Plata guitarreando junto al Indio Solari, pero también descociendo un jazz funk junto a Guillermo Vadalá en la terraza del Centro Cultural Recoleta ante no más de 50 personas. El Flaco Spinetta lo cobijó como tesoro durante la presentación del disco Para los árboles, allá por 2003.

Hoy, Comotto pone todo su recorrido musical en una coctelera y le saca el jugo a la experiencia con producciones propias. Su primer LP, Rojo (2007), fue una sorpresa emocionante por su contenido lleno armonías y texturas espesas y frescas a la vez, una especie de puente imaginario entre la música negra de los 60 y un futuro dominado por cuerdas subacuáticas. En breve, estará listo su próximo disco. “Va a ser más áspero y rockero”, asegura.

¿Cómo viene la grabación del sucesor de Rojo? ¿Ya tiene nombre y forma? ¿Hay invitados de lujo?

Empezamos el proceso de grabación y estamos entusiasmados por lo que va a venir. Junto a Johny Monti (bajo) y Ramiro López (batería) ensayamos mucho tiempo para que los temas suenen más compactos. El disco tiene un nombre y va a haber invitados, pero prefiero mantener la incógnita.

En Rojo se pueden identificar tus raíces e influencias: funk, jazz, rock, heavy, R&B, pero también hay un rasgo identitario que sobrevuela, ¿sentís que ya estás delineando tu estilo propio?

Estamos pudriendo más los temas, saturamos más las capas de sonido y nuestra tendencia apunta a distorsionar más el sonido, va a ser un disco más áspero y rockero.

Una de las disputas más grandes que se da en el mundo de la cultura tiene que ver con la dicotomía entre lo culto y lo popular. Vos tocás varios géneros, ¿qué visión tenés al respecto?

Considero a la música como un género único que te permite experimentar con diferentes proyectos sin traicionar los distintos estilos. En la Argentina, el jazz es supuestamente un género culto, pero no nos olvidemos que viene de las raíces negras, del blues. Entonces para mí sigue siendo un género popular: el jazz no tiene que perder esa esencia, así como con el rock, el blues y otros géneros.

De hecho, tus orígenes están muy ligados al jazz y sobre todo a Patán Vidal…

Patán es un gran amigo y uno de mis pianistas preferidos, no solamente por su gusto musical, sino por cómo piensa la música… es el Peter Sellers del jazz. Con él vivimos muchas experiencias musicales, entre otras, el festival de los Siete Lagos. Recuerdo ese momento como un quiebre en mi carrera musical ya que fue el primer festival internacional en el que participé y nada más que junto a Patán Vidal, Oscar Giunta en batería y Sebastián Delgado en contrabajo.

¿Cómo fue que llegaste a tocar con Luis Alberto Spinetta?

Un día me encontré con un mensaje de Luis en el contestador en el que me pedía que lo llame. Cuando nos encontramos en el estudio, me contó que estaba por sacar un disco (Para los árboles) y que necesitaba otra guitarra para las presentaciones. En ese momento estaba tocando en la banda de Nico Cota, que también terminó tocando las baterías digitales del disco del Flaco. Las dos presentaciones fueron en el Gran Rex y el recuerdo que me dejó esa época es inolvidable… participar en las presentaciones de ese disco junto a esa banda increíble.

Estuviste tocando en el recital histórico del año pasado en Vélez, en el que Spinetta repasó 40 años de carrera, ¿qué significó para vos?

Fue un momento histórico, es difícil describir con palabras lo que fue ese show. Vivimos una emoción muy intensa ya que se vieron las diferentes bandas y todas con sus miembros originales (Almendra, Pescado Rabioso, Invisible, Jade).Un recuerdo inolvidable.

En el comienzo de aquel recital, el Flaco dijo que le hubiese gustado versionar al Indio Solari, ¿te llamó la atención que el público de Spinetta aplaudiera masivamente al Indio?

No tanto. Tengo amigos que escuchan a Luis y también disfrutan de la música del Indio, no nos olvidemos que también la gente aplaudió a otros artistas, como los hermanos Fattorusso, entre otros.

¿Qué te dejó haber compartido tanta música con el Flaco?

Es muy interesante por cómo lleva los ensayos y lo impredecible que es eligiendo su repertorio musical. Es realmente un grande.

Después de Spinetta, llegaste a codearte con otra de las instituciones del rock nacional, el Indio Solari. Contanos cómo fue que caíste en la grabación del Tesoro de los Inocentes (2004).

Llegué a través de una recomendación por amigos en común, para grabar unas guitarras. Fui al estudio y me sugirieron las ideas a seguir. Traté de dar lo mejor para ese disco porque me gustó la música y los temas, me parecían muy originales. Cuando salió el disco, al año siguiente se formó el grupo Los Fundamentalistas del aire acondicionado y ensayamos para las primeras presentaciones en La Plata y Montevideo. Fueron tres shows intensos y muy energéticos, luego siguió todo lo demás: Porco Rex y la gira por todo el país.

Los Fundamentalistas del aire acondicionado ya funcionan como banda aceitada. De hecho al Indio se lo ve muy cómodo…

Siempre surgen ideas magníficas en los ensayos y también, como el Flaco, es muy impredecible en cuanto los gustos musicales. Los ensayos son extensos así como las grabaciones: tenés que estar atento a los comentarios que sugiere porque son de mucha utilidad para la música que genera.

Se especula con que el disco del Indio va estar listo para fin de año…

La verdad, no podría confirmar la fecha del lanzamiento del disco, pero cuando salga va a ser un gran regalo.