4 de octubre de 2011

DE COLORES Y HONESTIDADES

MARIANO OTERO, ROJO.

Hay mucha gente en los camarines. Se toma vino y se charla lindo. La trompeta de Juan Cruz de Urquiza suena estridente en un cuarto con la puerta semi cerrada. Rodrigo Dominguez y Ramiro Flores esperan el pitazo. Falta poco para subir al escenario del ND Ateneo.

Mariano Otero sonríe, se cambia y parece disfrutar del viaje. Está en todo y eso pesa:

hay tensión. En los pasillos del teatro la gente ingresa a la sala en sábado. Son poco más de las nueve de la noche y lentos los peregrinos se congregan a pasos de la avenida 9 de julio. Hay una variedad de público notable. Señoras empilchadas, señores elegantes, pimpollos en primavera y visibles estudiantes de música.

La presentación de “Rojo”, el último trabajo del compositor y referente del jazz

Mariano Otero, es la excusa que combina a todo este público enrolado en un género cada vez más permeable.

Pocos minutos antes de subir los once músicos se preparan para la foto previa. Hay saludos y motivaciones. El grito de ¡Papá! lo hace darse vuelta a Otero que se abraza emocionado con su hijo que segundos después se pierde corriendo por el pasillo. Mariano es un tipo sanguíneo y se nota.

Rojo: adj.-m. Del latin Russus. Encarnado muy vivo. Dícese del color parecido al de la sangre arterial.

El concierto navega, ahora, por ese mundo cambiante de climas y texturas donde conviven una milonga de Don Atahualpa, la poesía y el alma Spinettiana, el jazz rock, la atmósfera de un jazz club con Charles Mingus y un hipotético entierro del Comandante Guevara. Todos comparten escenario en un ambiente familiar y conversado.


Otero se mueve y maneja los hilos de este seleccionado local que le responde fiel. Casi como una bandita de amigos, de esa que frecuentaba en su Avellaneda natal que le dio ese amor por El Rojo, color que le va y le vuelve de distintas formas en su vida.

Es un trabajo bisagra en su carrera. Tanto es así que hay algo en el escenario que reluce por su falta: el contrabajo. Un cover de Bob Marley y un homenaje a Led Zeppelin otorgan un aire rockero que buena parte del teatro disfruta en un código generacional.

Mariano Otero disfruta en el escenario: ríe, habla, canta y va soltando amarras y prejuicios. Es un claro referente de la intangibilidad de las fronteras musicales y los rótulos. Es un tipo efervescente y sanguíneo. Y eso se nota.

Martín Vergara (jade Jazz)

1 de septiembre de 2011




Bajo la consigna "la mujer en cuerpo y voz" se realizó entre los días 23 al 25 de mayo la tercera edición del Festival Internacional de Ushuaia "Jazz al fin" 2011. Charlas, debates y proyecciones dieron vida a esta nueva sesión que contó con la presencia de la cantante Roxana Amed, la violinista suiza Sophie lüssi, Carmen Baliero y las uruguayas Ana Prada y Lea Ben Sasson, entre otras.

26 de julio de 2011



Compartimos el e mail de Roxana a la producción, lo compartimos por que nos enorgullece

To Facundo
Te zarpaste con el video, querido!!!!!!!
Está tremendo!!!!!
No lo puedo creer, jajaja, impecable todo, el relato, la selección consecuente de temas, el humo del final, jajajaja!!!!
Che, im-pre-sio-nan-te.

Lo vi te cuento porque anoche canté con Pedro en el Coliseo y después con Pedro y Charly, juaaaaa, no me privo de nada este año, loco!!!
Así que ya me desperté muy confundida y veo el video y me terminé de confundir, jajaja!!!
Mil gracias, ojalá encaremos más cosas juntos..
(Hubiera estado buenísimo tu "ojo" ayer en el Soul café haciendo Rasguña las piedras con Charly y Pedro. Yo casi me muero.)
Gracias a Martín y Milton también!!

Roxana Amed

Roxana Amed gracias a vos por ser parte de Jade Jazz!!!

17 de junio de 2011


Buenos Aires Hora Cero


En el aire había cenizas, aviones cancelados, humedad a mares, melancolía, tensiones, nostalgia, emoción. Es que estos últimos días fueron realmente muy intensos para la familia Escalandrum. Una energía que se notaba en las caras, en los pliegues y las miradas de este grupo de amigos que decidieron enfrentar la sutil tarea de presentar en el mitológico teatro Gran Rex un homenaje a Piazzolla en pleno corazón de Buenos Aires.

En síntesis, era el homenaje de un nieto a un abuelo, con la carga que eso significa. Ahora, la pequeña diferencia era que ese abuelo era nada menos que Astor Piazzolla. Y ese nieto era Pipi Piazzolla. En el aire había amigos, viejos tangueros, jóvenes, familiares, de todo un poco andaba boyando. La familia Escalandrum tuvo una prueba de fuego: mucha prensa, mucha presión y el invitado de lujo (Paquito d´Rivera) varado en la ciudad de Lima, Perú.

Todos lo sufrieron y lo vivieron intensamente. Pipi teniendo que estar a la altura de la circunstancia y rindiendo prueba para demostrar que lo suyo no era un aprovechamiento de apellido. Horacio Sarria, algo más que un manager un verdadero alma paternal, teniendo que encarar un gran teatro. Y cada uno de los músicos ocupando su rol en esta fina convivencia familiar que lleva más de doce años.

Claro que no estaban solos. La gente de la productora Contemporánea, de la mano Roberto Menendez y Silvia Errea, creyó en ellos y les dio la estructura para desarrollar este homenaje en el 90 aniversario del nacimiento del Gran Astor, en este camino que está haciendo del mito que devora al mito. “Es que para mí siempre fue, a parte, mi abuelo”, dice Pipi cada tanto para algún medio periodístico. Es que la gran tarea que se propusieron es hacer un reconocimiento sincero. Y se notó.

Afuera llovía mucho, adentro estaba repleto y público era parte importante del evento. La calle Corrientes y el Obelisco eran la escenografía perfectamente obvia para la escena.

En los pasillos del teatro las hijas de Pipi correteaban por los pasillos mientras se escuchaba una armonía indiscutiblemente ciudadana y porteña. Esa música había sido compuesta por su bisabuelo y estaba siendo interpretada por su padre. El vehículo de este viaje era el sonido mutado a emoción.

Y finalmente todo fluyó, denso, como tenía que ser.

Paquitó llegó sobre la hora y la descoció (como dirían en el potrero), los Escalandrum brillaron sinceros, la Tana Rinaldi desbordó energía, Pipi sonrió feliz, espiritual y la gente se retiró satisfecha en una Buenos Aires bajo lluvia. Nostálgica, melancólica, como tenía que ser.

El mito del Gran Astor se paseaba calmo cerca del subte.

¡Las mejores partes del recital se verán en www.jade.vxv.com próximamente!

Por Martín Vergara, Fotos Ariel Fiminela

3 de junio de 2011



Ushuaia se hace camino al andar...

“Gracias por venir a Jazz al fin.… o al fin del jazz”, dijo sonriente Ana Prada, ante una sala Niní Marshall de la Casa de la Cultura de Ushuaia, colmada y de pie. Con referencias musicales al folklore litoraleño y una potente voz, la cantante uruguaya cerró junto a Lea Ben Sasson la tercera edición del Festival Internacional “Jazz al fin” entre guiños, milongas rioplatenses y una dulce ironía. Un rato antes la brasileña Fernanda Cunha repasó algunos clásicos cariocas en gran intimidad.

Detrás de escena, Sandra Ruiz Diaz, organizadora y alma quijotesca del festival, sonreía satisfecha luego de tres días más que intensos. Es que este año, la Fundación Inti Main, responsable del evento, se propuso el eje temático de “la mujer en cuerpo y voz”, en un encuentro que combinó música, mesas de debate, cine, turismo y gastronomía. Además de una propuesta estética que desafió sobre el escenario los cánones tradicionalistas del género.

Luego de un inicio algo frío, el público comenzó a acercarse y la primera noche cerró con una notable actuación en dúo de piano y voz entre Adrián Iaies y Roxana Amed presentando su disco “Cinemateca Finlandesa”. Antes, la saxofonista bahiense Diana García del Cerro abrió la sala y la suiza Sophie Lüssi, homenajeó con gran calidad a Djando Reinhardt junto a las guitarras de Ramiro Penovi y Adrián de Felippo.

En la “Posada del Fin del mundo”, centro neurálgico y base operativa del Festival, las productoras coordinaban taxis, combis y hoteles para los distintos grupos que llegaban y se enfrentaban al riguroso clima austral. Ana, dueña de la posada y gran anfitriona, recibía a los contingentes que quedaban embobados con la hermosa vista del balcón de la casa que mira al canal de Beagle. Una postal hipnotizadora.

Charlas, proyecciones, mesas de debate y todo tipo de actividades rodearon las tardes de los días siguientes en distintos puntos de una ciudad que albergaba la nevada caída días antes. Las veredas eran verdaderas pistas de hielo de alta peligrosidad. Caminar sin las manos en los bolsillos pese al frío, me dijeron. Y lo agradecí.

La jornada siguiente arrancó con Vocal Jazz de Ushuaia, grupo que integra a cantantes líricos, populares y corales, continúo con la luminosidad de los hermanos Ana y Marcos Archetti en versiones preciosas y terminó con la espectacular actuación de Carmen Baliero homenajeando en piano y voz a Violeta Parra y sus “Centésimas del alma” en una atmósfera densamente poética.

Afuera, Ushuaia, anochecía helada en ese marco sobrenatural. No había viento. El aire inundaba y cortaba la cara. Hambre y sueño. Tarea cumplida con muchas cosas por mejorar. Y la satisfacción de superarse año a año.

por Martín Vergara, Jade Jazz

Muy Pronto el especial en www.jade.vxv.com !!!!

21 de mayo de 2011

Trio MJC


El trío MJC de la Prov. de Córdoba, Vistió el paisaje de Lago Puelo con su música, Y fue una de las jóvenes formaciones del Jazz local que dieron su presente en el Festival El Bolsón Jazz 10 años, 2010. Mira el especial de El Bólson Jazz 2010 en www.jade.vxv.com

16 de mayo de 2011

10 años de jazz en El Bolsón.

10 años de jazz en El Bolsón... fue la siembra de vecinos y artistas de un lugar paradisíaco.
Cómo vivir en un lugar así sin expresar una acción de gratitud y asombro ?
Desde un punto de vista personal siento que ha sido una siembra, una apuesta al futuro, por cada uno de nosotros y por los hijos y nietos que vendrán, ahora nuestro pueblo tiene un importante festival y no por tratarse de una fiesta más entre tantas que se disputan el turismo internacional y la nota periodística acerca de una buena o mala temporada, esta es una comarca artística en donde el habitante convive con la naturaleza y la belleza buscando a cada momento el equilibrio y la armonía, este sello es indiscutible y la tarea es transmitir este pensamiento en cada eddición de El Bolsón jazz .
Pusimos en marcha esta idea cuando parecía que un país llegaba a su fin, o al menos un final de ciclo, cuando había que dar un grito y expresarse cada uno en lo suyo , quienes no lo hicieron se fueron y otros dimos el gran salto, salimos a la calle con lo que teníamos.
Este Festival ha sido y será un potente incentivo para una comunidad ávida de recibir propuestas artísticas novedosas y de calidad. El granito de arena sumó en grande, hoy se ven por las calles de El Bolsón bandas de músicos tocando en esquinas y plazas, la construcción de la primera sala teatral, así como también se puede ver a niños, jóvenes y adultos caminando con violines, cellos, saxos y guitarras al hombro asistiendo a centros de formación artísitica y a cada masterclass que propone el festival cada año. Una comarca sumamente diversa e inquieta espera cada diciembre una nueva edición del festival de jazz más importante de la Patagonia, una propuesta que abraza con dignidad el reconocimiento de su gente.
El festival de jazz de El Bolsón fue creado por la Asociación Civil Patagonia jazz en diciembre 2001 y
en sus primeros 10 años de vida agradece y saluda muy especialmente a los músicos y amigos que aportaron su trabajo para que suene por siempre el jazz en el Sur del país.

Alejandro Aranda: Dirección Artística, El Bolsón Jazz Festival Internacional ( 2001 - 2010 )