Ushuaia se hace camino al andar...
“Gracias por venir a Jazz al fin.… o al fin del jazz”, dijo sonriente Ana Prada, ante una sala Niní Marshall de la Casa de la Cultura de Ushuaia, colmada y de pie. Con referencias musicales al folklore litoraleño y una potente voz, la cantante uruguaya cerró junto a Lea Ben Sasson la tercera edición del Festival Internacional “Jazz al fin” entre guiños, milongas rioplatenses y una dulce ironía. Un rato antes la brasileña Fernanda Cunha repasó algunos clásicos cariocas en gran intimidad.
Detrás de escena, Sandra Ruiz Diaz, organizadora y alma quijotesca del festival, sonreía satisfecha luego de tres días más que intensos. Es que este año, la Fundación Inti Main, responsable del evento, se propuso el eje temático de “la mujer en cuerpo y voz”, en un encuentro que combinó música, mesas de debate, cine, turismo y gastronomía. Además de una propuesta estética que desafió sobre el escenario los cánones tradicionalistas del género.
Luego de un inicio algo frío, el público comenzó a acercarse y la primera noche cerró con una notable actuación en dúo de piano y voz entre Adrián Iaies y Roxana Amed presentando su disco “Cinemateca Finlandesa”. Antes, la saxofonista bahiense Diana García del Cerro abrió la sala y la suiza Sophie Lüssi, homenajeó con gran calidad a Djando Reinhardt junto a las guitarras de Ramiro Penovi y Adrián de Felippo.
En la “Posada del Fin del mundo”, centro neurálgico y base operativa del Festival, las productoras coordinaban taxis, combis y hoteles para los distintos grupos que llegaban y se enfrentaban al riguroso clima austral. Ana, dueña de la posada y gran anfitriona, recibía a los contingentes que quedaban embobados con la hermosa vista del balcón de la casa que mira al canal de Beagle. Una postal hipnotizadora.
Charlas, proyecciones, mesas de debate y todo tipo de actividades rodearon las tardes de los días siguientes en distintos puntos de una ciudad que albergaba la nevada caída días antes. Las veredas eran verdaderas pistas de hielo de alta peligrosidad. Caminar sin las manos en los bolsillos pese al frío, me dijeron. Y lo agradecí.
La jornada siguiente arrancó con Vocal Jazz de Ushuaia, grupo que integra a cantantes líricos, populares y corales, continúo con la luminosidad de los hermanos Ana y Marcos Archetti en versiones preciosas y terminó con la espectacular actuación de Carmen Baliero homenajeando en piano y voz a Violeta Parra y sus “Centésimas del alma” en una atmósfera densamente poética.
Afuera, Ushuaia, anochecía helada en ese marco sobrenatural. No había viento. El aire inundaba y cortaba la cara. Hambre y sueño. Tarea cumplida con muchas cosas por mejorar. Y la satisfacción de superarse año a año.
por Martín Vergara, Jade Jazz
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